El huevo es el símbolo de la Pascua, y como tal, huevos de chocolate, decorados o en monas nos invaden.
En mi pueblo, el domingo de Resurrección, siempre se les hace a los niños un "ornazo". Antiguamente era una torta con un huevo en el centro. A día de hoy a evolucionado a auténticas obras de arte hechas con chuches.
Yo nunca les he hecho a mis peques "ornazo", pero este año sí hemos decorado unos huevos, aunque no son de verdad, son de poliexpan.
Los hemos pintado con pintura acrílica en tonos pastel, y posteriormente los he decorado con decoupage, usando unas servilletas muy bonitas que compré en Ikea.
El último huevo lo he decorado con una cinta de rabia y unas flores pegadas con silicona.
Espero que os guste, y Feliz Pascua!
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